El Proyecto de Ley de Atención a la Clientela ha avanzado en su tramitación y se publicará en el Boletín Oficial del Estado (BOE), aunque sin muchas de las enmiendas que el Partido Popular (PP) había introducido en el Senado. Esta nueva norma busca establecer estándares mínimos de calidad en la atención al cliente, imponiendo obligaciones a las empresas que ofrecen servicios básicos de interés general, así como a las grandes empresas.
Durante el proceso, el PP intentó suavizar algunas exigencias y propuso incluir a la Administración General del Estado (AGE) en el ámbito de aplicación de la ley. Sin embargo, el bloque de investidura logró revertir gran parte de estos cambios, restableciendo aspectos importantes como la atención en lenguas cooficiales en las regiones correspondientes.
Uno de los puntos destacados del proyecto era la regulación del sector del juego, que incluía una prohibición sobre la captación de nuevos clientes a través de promociones y limitaciones en la publicidad. No obstante, el Senado eliminó este apartado, y el Congreso, a pesar de la oposición de PSOE y Sumar, mantuvo la exclusión de la regulación del juego del texto final de la ley.
Esto significa que las propuestas para regular la publicidad y la captación de clientes en el sector del juego no se incorporarán a la legislación vigente, lo que podría tener implicaciones significativas para la industria del juego en España.













